¡Hola a todos! ¿Qué tal las pesquisas sobre vuestros antepasados? ¿Habéis descubierto ya cosas interesantes? ¡Seguro que sí! ¡Y más que iremos descubriendo paso a paso!

Esta semana vamos a empezar a ubicar lo que vamos “recolectando” y para ello, vamos a poner nombre a las relaciones parentales, para saber quién es quién.

Cuadro de parentescos

Cuadro de parentescos

Cuando hacemos nuestro árbol genealógico, podemos priorizar la línea paterna (también llamada de varonía, o linaje agnaticio), o bien la línea materna (conocida como línea matrilineal o cognaticia pura -y es que ya se sabe: mater certa, pater non semper-).

A primer golpe de vista, uno podría pensar que avanzar por la línea paterna es más sencillo porque sólo hay que buscar el primer apellido común, pero eso es algo relativamente moderno.

En 1501 el cardenal Cisneros instituyó la obligatoriedad de la identificación de las personas con un apellido fijo. Hasta entonces las personas se identificaban con su nombre y un apellido o mote que reflejaba el lugar de procedencia, o quizá el oficio o alguna característica de la persona, por lo que miembros de una misma familia, incluso hermanos, podían tener diferente apellido. Este sistema producía un tremendo caos administrativo para poder identificar a las personas por familias y el avispado cardenal obligó a seguir un cierto orden a la hora de hacer constar en los libros parroquiales los nacimientos y las defunciones. Así, a partir de la ordenanza de Cisneros, el apellido del padre quedaba (más o menos) fijado y pasaría a ser el de todos sus descendientes.

La norma actual de la primacía del apellido paterno se fija a finales del siglo XIX cuando se crea el Registro Civil en España, y que regula por ley que el apellido paterno vaya en primer lugar aunque desde el año 2010, si existe mutuo acuerdo de los progenitores, el orden de los apellidos paterno y materno se puede intercambiar.

Y, ¿todo esto a qué viene?

Pues viene a que parece ser universal la tendencia de los hombres de ahondar en sus orígenes familiares, ya sea rastreando la familia del padre o de la madre, para llegar lo más lejos posible en la búsqueda de sus raíces.

Gracias a las listas de reyes de los egipcios, caldeos, sumerios o persas, se ha podido reconstruir la historia más remota de esas culturas. Mezclando leyenda e historia, los griegos mostraron su genealogía remontándose hasta los héroes y los dioses. Planeando por las genealogías de los patricios romanos, podemos llegar hasta los antepasados de Rómulo y Remo, los fundadores de Roma. Se cuenta que, entre los vikingos, aquel que no pudiera recitar siete generaciones de su ascendencia agnaticia, era un hombre sin categoría. Y, ¿qué decir del pueblo judío o del mundo árabe? Para los unos y para los otros demostrar su ascendencia directa hasta Abraham era de vital importancia para gozar de la veneración de descender del Rey David o del mismísimo Profeta.


Tener antepasados ilustres no nos hace ser mejores personas


Honestamente, creo que poco importa si entre nuestros antepasados contamos con altos dignatarios o con villanos, personas de la nobleza o con ladrones, con altos cargos de la curia o con leprosos, con inventores y científicos o con piratas y rateros.

Por suerte, hoy ya no son necesarias pruebas de limpieza de sangre o demostraciones, más o menos fieles a la verdad, de nuestra nobleza y alcurnia. Hoy investigamos nuestro pasado porque podemos hacerlo y porque queremos conocernos un poco más.

Como colofón, y siguiendo la tradición bíblica con la que se inicia el Génesis, os dejo la relación de la línea agnaticia de mi esposo que llevo investigada hasta el momento actual:

José María, hijo de Julio, hijo de Simón, hijo de Francisco, hijo de Juan, hijo de Francisco, hijo de Ángel, hijo de Melchor, hijo de Francisco, hijo de Francisco, hijo de Melchor, hijo de Melchor, hijo de Melchor e hijo de Martín, que nació en Nava del Rey (Valladolid), allá por 1530.

 

Ángeles Gutiérrez Lapi.

filogenea.com

6 thoughts on “Blog didáctico de filogenea.com – Quién es quién

    • Gracias, Pepe. La idea es ser de utilidad a todos aquellos que aman la genealogía compartiendo, entrada a entrada, lo que sé. ¡Espero seguir encontrándote entre mis lectores por mucho tiempo! Un cordial saludo, Ángeles.

    • Gracias a tí, Carles. A ver si el próximo post también te parece interesante! Esto representa un reto tras otro!! Un cordial saludo, Ángeles.

    • Gracias, Cristina! Hacer tu árbol será una gran aventura para ambas! Lo hablamos en privado! Un cordial saludo, Ángeles.

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